Si hay un club que marque solamente con su nombre aquellos años de hace un siglo en el fútbol argentino, ése es Sportivo Barracas. Surgido en una coqueta reunión dentro del Salón Cavour el 30 de octubre de 1913, quienes lo crearon imaginaron el fútbol como prioridad, pero con centro en lo social. No sería exactamente así.
Hubo suerte: a principios de 1914 consiguieron que el club Riachuelo, una entidad chica con muchas deudas y pocos socios, les cediera su pequeña cancha ubicada en el cruce de Iriarte y Santa Elena, con la condición de que pagasen su deuda. Los 2.750 pesos sirvieron para absorber a Riachuelo, que había jugado el año anterior en Primera por única vez y ocupado el último puesto de la tabla.
Desde el inicio eligieron una vestimenta azul y blanca a finas rayas verticales, una camiseta única en el fútbol de aquellos tiempos. Inscriptos en la categoría Intermedia, fueron terceros en 1914 y llegaron al ascenso en 1916, tras ganarle la final al modesto Buenos Aires Isla Maciel en la vieja cancha de Racing.
Para 1920 inauguraron su cancha, con entrada por Iriarte 2870, luego de indemnizar a los quinteros que trabajaban esos terrenos, propiedad de la familia Pereyra Iraola. La construcción comenzó un año antes. Se hicieron taludes y una balaustrada perimetral de un metro de altura, alrededor del campo de juego. El 25 de mayo de 1920 se jugó el primer partido con la final de la Copa Competencia, que Boca le ganó 2-0 a Nacional de Montevideo.
Con tribunas y sectores que podían albergar veinte mil personas, la Selección Argentina se presentó por primera vez el 25 de julio, cayendo 3-1 ante Uruguay, por la Copa Newton. El delantero José Clarke anotó el gol albiceleste.
Siguieron ampliando la capacidad del estadio y para octubre de 1921 fue sede del Sudamericano, padre de la actual Copa América. La foto ilustrativa es de ese torneo. En 1922 fue la cancha donde el combinado vasco jugó con distintos clubes argentinos, lo mismo que un equipo de Checoslovaquia, Genoa de Italia y Plymouth Argyle, de Inglaterra.
LA MARCA OLÍMPICA
El 2 de octubre de 1924, los campeones olímpicos uruguayos se presentaron para jugar contra la Argentina en Sportivo Barracas. El partido estaba previsto para el 28 de septiembre, pero una multitud –52 mil personas, según la policía y los medios gráficos– cubrieron tribunas, pasillos, alrededores y terminaron invadiendo el campo de juego, lo que originó que el juez uruguayo Vallarino lo suspendiera ni bien comenzó.
El partido se jugó cuatro días después, ante alrededor de treinta mil personas. La Argentina ganó 1-0, gracias al gol de Cesáreo Onzari, wing izquierdo de Huracán, que lanzó la pelota en forma directa hacia el arco ubicado sobre la calle Río Cuarto, desde el ángulo del córner. El centro de Onzari se metió en el arco sin que nadie tocara la pelota, por lo que se lo consideró “gol olímpico”, algo que sirvió para darle una jerarquía especial, tomando en cuenta que el flamante campeón olímpico, Uruguay, fue quien recibió ese tanto. El tiro directo desde la esquina había sido convalidado por la FIFA el 14 de junio de 1924.
El partido finalizó 2-1 a favor de la Argentina; hubo muchas brusquedades y los uruguayos abandonaron el campo de juego cinco minutos antes del final, en señal de protesta por esa razón. El público hostilizó a los visitantes con piedras y también botellazos, algo poco común en semejante tipo de partido.
La cancha barraqueña también fue sede principal del Sudamericano de 1925, lugar donde jugó Español de Barcelona, que anduvo de gira con la presencia estelar de su arquero, el famoso Ricardo Zamora, apodado “El Divino”. También trajinaron el campo de Barracas los famosos Real Madrid y Barcelona, Torino y Roma.
El equipo barraqueño realizó una recordada gira por Europa en 1929, segundo club que hacía ese viaje después de la famosa excursión de Boca durante 1925. Sportivo Barracas le ganó 3-2 a la Selección de Portugal y cayó 1-2 y 2-3 ante Barcelona. Las victorias sobre Genoa, Milán y Lazio le dieron color al viaje, cerrado con otro éxito ante Portugal.
La decisión de arrancar con el profesionalismo en Primera dividió la historia de nuestro fútbol. Fueron 18 los clubes afiliados al nuevo esquema, aunque 17 aprobaron el cambio y se adhirieron. El único que no aceptó integrar el nuevo campeonato fue Sportivo Barracas, a través de su presidente, Carlos Anessi, que había presentado un proyecto para zanjar la grieta entre quienes querían el profesionalismo y los clubes que fueron dejados afuera de la nueva organización. No lo escucharon y Anessi resolvió no adherir.
OTRA HISTORIA
La decisión del presidente le significó a Sportivo Barracas seguir jugando el torneo amateur, sabiendo que la gente y el periodismo estarían íntegramente consagrados, desde entonces, a cubrir el torneo profesional. La Primera División Amateur se disputó durante cuatro temporadas y finalizó cuando se creó la actual AFA, en noviembre de 1934. Sportivo Barracas ganó el torneo de 1932, con una campaña de alto nivel, sumando 47 puntos contra 42 de sus escoltas Colegiales y Barracas Central.
Sus goleadores fueron Mario Fortunato (22) y Pedro Marassi (13), además del famoso Roberto Cherro, crack de Boca, que cuando podía se ponía la camiseta azul y blanca y hacía lo suyo. Cherro convirtió nueve goles y nadie protestó. En esos tiempos, se podía jugar en dos clubes, claro que en asociaciones distintas. Fue su hermano mayor, Felipe Cherro, defensor de jerarquía, una de las grandes figuras de los años 20.
El 11 de diciembre de 1937, Sportivo Barracas jugó su último partido en la máxima categoría de ascenso de AFA. Venció 4-3 a Sportivo Buenos Aires y resolvió desafiliarse, algo que se prolongaría durante los siguientes treinta años. Un año y medio antes, Barracas había perdido su hermosa cancha: en mayo de 1932 había disputado allí por última vez un partido la Selección Argentina. Y el 28 de noviembre de 1936, el que había sido un estadio modelo cobijó el último partido del Sportivo, en la caída por 4-1 ante Talleres de Remedios de Escalada.
Hubo regreso en 1967 pero empezando todo de nuevo. Sin cancha propia –algo que se mantiene hasta hoy–, Sportivo Barracas arrancó en la Primera D, donde se mantuvo hasta el torneo de 2003/04, cuando alcanzó la Primera C. Hubo convenio con la ciudad de Bolívar y una localía que se prolongó hasta 2010. Dos años en Primera D, desafiliación anual y regreso con otras expectativas, que no se cumplieron del todo. Hoy lucha por seguir adelante con el amor de su gente y una gigantesca cantidad de recuerdos.