Nueva Pasión Copera
Editado en 2023
Son 332 páginas.
La Copa Libertadores de América siempre fue el torneo más importante del continente, pero su brillo la ha convertido en la actualidad en una verdadera obsesión para todos los clubes del continente: los más grandes, para quienes su obtención es el objetivo principal de cada temporada, y para los demás que sueñan con agregar prestigio a sus vitrinas, aunque solo sea en forma de participación.
De aquella legendaria primera edición de 1960, de la que tomaron parte 7 equipos, la Copa se ha vuelto un megacertamen, con la intervención, desde hace un par de años, de 47 clubes. Semejante envergadura reclamaba una obra como esta en la que Alejandro Fabbri, uno de los periodistas más rigurosos de la Argentina, desgrana en infinidad de datos y curiosidades, el auténtico tenor de una competencia que apasiona.
Fabbri nos detalla la evolución del torneo y nos cuenta que los clubes de Argentina y Brasil son los que siguen dominándolo pese al creciente poder de convocatoria en todo el continente. Tampoco quedan afuera las pequeñas historias de cada uno de los 233 equipos que han participado desde 1960.
En suma, un libro ideal tanto para el experto que quiere aprender más sobre el mayor certamen de clubes de América como para quienes deseen adentrarse con avidez en la historia de una Copa que se transformó en un objetivo continental.
CHILE
El primer club de todos, el decano del fútbol chileno, es Santiago Wanderers de Valparaíso, fundado el 15 de agosto de 1892. El agregado de “Santiago” al nombre de un club barrial que se llamaba Valparaíso Wanderers se relacionaba con darle carácter nacional al nuevo club. Gracias a las ganas y al entusiasmo de Gilberto Hidalgo –elegido como primer presidente–, un grupo de jóvenes se juntó en los alrededores del Cerro Arrayán y creó la nueva entidad. Existen indicios que señalan la fundación del club entre los últimos meses de 1895 y los primeros de 1896, pero los documentos que la certificaban se perdieron tras el terremoto de 1906. Desde su fundación y hasta 1908 utilizó una camiseta blanca y negra, con las iniciales “SW” cosidas en hilo negro, con pantalón y medias blancos. Después, llegó una casaca blanca con una franja diagonal negra. En 1907, el británico James MacLean viajó a su país con un pedido del club para comprar camisetas azules y marrones. Sin embargo, cuando regresó trajo dos juegos de camisetas nacionales irlandesas, verdes con vivos blancos, con pantalones blancos, y ropa negra para los arqueros. Así quedaron determinados los colores del club.
La primera vez que usaron la nueva vestimenta fue el 18 de septiembre de 1908 y no cambiaron más. Otra versión sobre el origen de los colores de la camiseta fue publicada en el tradicional diario El Mercurio en 1942. Según palabras del ex futbolista Francisco Avaria, un irlandés llamado Knott había enviado las camisetas de su país a fines de 1909 como un gesto de afecto al club. Lo concreto es que el equipo comenzó a jugar los torneos zonales. En 1910, convocaron un jugador suyo, llamado Arturo Acuña, a la selección chilena. Pese a eso, Santiago Wanderers recién llegó a la Primera División del torneo Nacional en 1937: en su debut realizó una pésima campaña y perdió los 12 partidos que disputó. Luego de alejarse para volver a la liga aficionada de Valparaíso, porque no tenía dinero, regresó en 1944. Fue subcampeón en 1949 y en 1956. Obtuvo su primer campeonato en 1958, bajo la conducción del entrenador argentino José Pérez. En un final cerradísimo, superó por un punto a Colo Colo y a Deportes La Serena. Repitió el mismo festejo al quedarse con el torneo de 1968, un punto por encima de las dos Universidades: la Católica y la de Chile. Gracias a eso accedió a la Copa Libertadores por primera vez y logró clasificarse para la segunda fase, tras una definición increíble luego de que los cuatro participantes de su grupo (Wanderers, Sporting Cristal, la “U” Católica y Juan Aurich) empataran la posición con seis puntos. Disputaron un cuadrangular para desempatar y los dos cuadros chilenos pasaron de ronda. En la segunda fase no pudo superar a Nacional de Montevideo y Deportivo Cali.
Descendió por primera vez en 1977, cuando perdió la categoría tras 34 años. Volvió al año siguiente y cayó de nuevo en 1980. Dos años después lo ascendieron por decreto: eran tiempos de dictadura y se lo consideró “representante de una plaza importante en función de la cantidad de gente que concurre a sus partidos”. Increíble, ¿para qué existirán los torneos y la justicia de los resultados, no? Ganó su tercer torneo en 2001, y jugó la Copa 2002, en la que hizo una buena campaña: perdió un solo partido, pero quedó eliminado por haber salido tercero, detrás de Boca y Montevideo Wanderers. Su cancha es conocida como “Playa Ancha”, porque está situada en el cerro de ese nombre. Fue inaugurada el 25 de diciembre de 1931, cuenta con 18 mil ubicaciones y es propiedad del Instituto Nacional de Deportes. Para los aficionados, son los “porteños”, por el puerto de Valparaíso, o los “caturros”, en relación con un loro pequeño de color verde. (Continúa…)
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