La costumbre indica que en el fútbol argentino existen cinco equipos considerados “grandes”, pese a que en los últimos treinta años sean varios los que han hecho mucho para ser catalogados de la misma forma. Más allá de la historia amateur y de los primeros años del profesionalismo. Sin embargo, el conservadurismo imperante, la tradición y el absoluto dominio de la región porteña-bonaerense ha impedido esos cambios necesarios.
Platense pertenece al grupo de “cuadros chicos” como se ha considerado a equipos con arraigo popular que tienen una historia grande en Primera División y que jueguen actualmente o no en la máxima categoría, han acreditado su pertenencia allí con su propia historia. Nuestro club lleva 73 años en la A, divididos 55 durante el profesionalismo y 18 en el amateurismo. Incluso, con un gran registro de 43 temporadas consecutivas en Primera, entre 1913 y 1955 inclusive.
El Calamar lleva 21 años sin jugar en la A y, sin embargo, ocupa el puesto 16 en la tabla histórica de partidos jugados en la Primera División desde que se inició el fútbol. Razón de más para justificar dónde tiene que estar Platense ubicado. O dónde debería hacerlo.
En la pelea por levantar la cabeza por encima del resto, la historia demuestra que los éxitos conseguidos por Platense ante rivales similares, lo ubica claramente en un lugar de ventaja estadística y es lo que vamos a repasar. En la suma de partidos jugados por la A, la Primera Nacional y la vieja Primera B o la B Metropolitana, los choques con equipos barriales fuertes lo favorecen con amplitud.
Veamos: si ponemos en un primer lote a Lanús, Banfield, Argentinos Juniors, Ferro Carril Oeste, Colón y Unión de Santa Fe, Talleres y Belgrano de Córdoba, Atlanta, Chacarita Juniors, Quilmes y Tigre, los resultados son apabullantes. Tiene ventaja en los partidos ganados sobre diez de estos rivales deportivos, empata con Ferro y cae por dos partidos (27-25) con Unión.
Los “clásicos” más buscados por los hinchas Calamares tienen nombres: Tigre, Chacarita y Argentinos Juniors, en el orden que sea, parecen ser los rivales más deseados para enfrentarlos. En los tres casos, manda Platense. Contra el cuadro de Victoria se jugaron 99 partidos oficiales, con 39 triunfos del Marrón y 27 de Tigre. Hay una docena de victorias de ventaja. La dura pelea contra Chacarita lo mantiene arriba a Platense por tres éxitos más (35-32) en 98 choques. Y con Argentinos Juniors –si bien no compiten entre sí desde 1999- la diferencia es de siete partidos, con 27 ganados y 20 perdidos, además de 30 empates.
Compitiendo con el resto, la mayor diferencia se produce con Atlanta Al cuadro de Villa Crespo, Platense lo comenzó a enfrentar en el lejano 1911, en la segunda división. Desde allí hasta hoy se han visto las caras en 106 partidos, con 41 victorias del Marrón, 26 del Bohemio y 39 igualdades. Son 15 los encuentros de ventaja que saca Platense ante un rival al que superó en diciembre pasado por 2-1, en la primera parte del frustrado torneo de la B Nacional que no terminó por la pandemia.
El rival que más ha enfrentado a Platense es Ferro Carril Oeste, contra quien se han jugado 143 partidos. Hoy, la paridad es absoluta: 50 victorias para cada uno y 43 empates. Con el detalle de que Platense ha conseguido ganar 27 veces en Caballito, algo insospechado tomando en cuenta que Boca también obtuvo la misma cantidad de triunfos en campo de Ferro y salvo los otros grandes, apenas Huracán alcanzó más éxitos en la cancha que se mantiene desde hace más tiempo en el mismo lugar desde la fundación del club verdolaga.
Los rivales históricos del Sur bonaerense también son superados por Platense: hay una diferencia de cinco triunfos sobre Lanús (39 a 34 en 101 choques) con el detalle de que el Calamar mandó al descenso dos veces a los granates (en 1977 por penales en la mítica noche del festejo interminable en el Viejo Gasómetro) y también en 1990 tras el petardo que estalló sobre el cuerpo de nuestro arquero Manuel Serrano con la quita de puntos consabida para Lanús. Con Banfield hay una ventaja exigua (28 a 25 en 81 enfrentamientos) lo mismo que con Quilmes (32 a 28 en 85 duelos) y la cuestión se amplía ante Temperley (20-11 en 54 choques).
Dejando de lado la desventaja pequeña con Unión, el otro cuadro santafesino no la pasa nada bien con Platense. El historial contra Colón es claramente favorable al Marrón: 20 victorias contra 11 caídas y 7 empates, en un universo de 38 choques, incluyendo el 2-1 de la Copa Argentina que se jugó en febrero de 2013 en la bella San Fernando del Valle de Catamarca, con Colón en la A y Tense en la B Metropolitana. Goles de Juan Manuel Olivares y de Sebastián Matos.
Por Córdoba también vienen bien los números: mucha paridad con Belgrano, con una suma total de 21 partidos, ventaja 5-3 para el Marrón con 13 empates, incluyendo el 1-0 de otro festejo para recordar, cuando se le ganó en la cancha de Banfield por la Copa Argentina, unos días después de haber logrado el ascenso a la B Nacional. Gol de cabeza de Emanuel Bocchino.
Con Talleres de Córdoba, la historia es otra. Primer choque en 1969 en la añorada cancha de Manuela Pedraza y Crámer. Triunfo por 4-1 con tres goles de Carlos Bulla. En la suma de los años y los partidos, llegamos a 41 enfrentamientos con ventaja Calamar 17 a 11 y 13 empates. Es media docena de victorias la que separa al Marrón del Tallarín.
Son doce rivales con abundante historia futbolera. Seis de ellos juegan en la A hoy en día (los santafesinos, el Bicho, Lanús y Banfield más Talleres) y la otra media docena lo hace junto con el Marrón en la Primera Nacional. La distancia numérica con ellos es contundente: sumando todo, hay 1019 enfrentamientos. Platense ganó 378 partidos y perdió 305. La estadística no miente, no agranda ni achica. Pone las cosas en su justo lugar. Y nos permite festejar con nuestro equipo.
AF