Si algo diferencia a Boca Juniors del resto de los equipos que participan en el campeonato principal de nuestro fútbol, es que nunca ha descendido. Boca llegó a la competencia oficial en 1908, cuando era un pequeño club del barrio repleto de inmigrantes italianos y tuvo que luchar cinco años en el ascenso para acceder a la máxima categoría en 1913.
Desde ese momento hasta hoy, los Xeneizes se han mantenido en Primera, revalidando anualmente ese mérito que no pudieron sostener ni River (descendido en 2011) ni Independiente (bajó en 2013) ni anteriormente San Lorenzo (1981) y Racing (1983).
Los retrocesos deportivos de los grandes -salvo Boca- le han demostrado al mundo que en el fútbol argentino nadie tiene coronita, más allá de que existan clubes poderosos que han ganado muchos campeonatos locales e internacionales. Sin embargo, han descendido al submundo de la segunda categoría, algo que provoca desesperación, vergüenza y, para muchos, es el mayor deshonor de la vida. El “…vos sos de la B…” atrona las canchas como burla/insulto para el rival del momento.
Aunque algunos lo dejen de lado o directamente no tengan idea de la historia de nuestro amado deporte, el equipo que lleva más tiempo en Primera A detrás de Boca, es Vélez Sarsfield. Fue un 16 de abril de 1944, cuando llevaba un año instalado en Liniers -había inaugurado su actual estadio el 22 de abril de 1943- volvería a Primera, tras sufrir tres años en la vieja B de entonces.
Vélez había llegado a la A en 1919 y se mantuvo hasta 1940, cuando le tocó descender en un torneo plagado de irregularidades. Sobornos, incentivaciones y un partido vergonzoso que determinaron su descenso. En la última fecha de aquel torneo de 1940, Chacarita ya estaba condenado y Vélez se jugaba todo contra San Lorenzo.,Ganando se salvaba. Atlanta estaba un punto por debajo y tenía que derrotar al poderoso Independiente de Bello, Erico, Sastre y De la Mata, además de esperar la caída velezana.
El Rojo ya era el subcampeón, a ocho puntos de Boca, el ganador del torneo, aquel cuadro que lideraban Ernesto Lazzatti, Bernardo Gandulla y Jaime Sarlanga. La hazaña para los Bohemios era casi imposible. Sin embargo, el primer tiempo produjo un resultado insólito y a todas luces sospechoso: Atlanta le metió seis goles a Independiente entre el minuto 2 y el 43.
Fue tal el bochorno de la actuación de Independiente que sus propios hinchas intentaron derribar el alambrado de la tribuna visitante, indignados por lo que hacía su equipo, que aquella tarde no contó ni con Erico ni con Sastre. En el segundo tiempo, el Rojo entendió el mensaje de sus seguidores y metió tres goles muy rápido -antes de los siete minutos- pero terminó perdiendo 6-4. Los comentarios de los diarios de la época no ahorraron críticas ni descalificaciones para la actuación del subcampeón. Para mayor papelón, en la semana siguiente se conoció la información de que el jugador José Battagliero -figura de Atlanta- había sido cedido, de manera definitiva y sin dinero de por medio, a Independiente.
Mientras tanto, Vélez no podía en Villa Luro contra San Lorenzo ni con sus propios nervios. Encima, cuando llegaron en el descanso al vestuario, los jugadores locales preguntaron cómo iba Atlanta y al recibir la respuesta del “…gana 6-0…” y aceptar aquel bochorno, se rindieron ante la realidad. En la segunda parte fueron una sombra y el Ciclón los superó 2-0 con un doblete del extraordinario goleador vasco Isidro Lángara.
En 1941 le tocó ganar el ascenso a Chacarita, que había descendido junto con Vélez, luego de una sanción por intento de soborno al arquero Ramacciotti, de Newell’s. En 1942, el campeón fue Rosario Central, que hizo un campañón y dejó a Vélez en el tercer puesto de la tabla, incluso detrás de Excursionistas, que fue la revelación.
Sin embargo, la tercera campaña fue la vencida. Vélez se apoderó de la punta y ganó el torneo con 55 puntos, siete más que Unión de Santa Fe y quince más que los terceros, Temperley y Quilmes. Finalizó 1943 y llegó aquel 16 de abril de 1944, cuando Vélez regresó y debutó perdiendo en la vieja cancha de Atlanta, por 1-0, gol de Abraham Pacheco.
Desde allí hasta hoy, el cuadro de la V azulada se ha mantenido en Primera A, siendo escolta de Boca, el único que no descendió. Son ochenta años consecutivos jugando en el máximo nivel, con el detalle de que Vélez alcanzó su primer título en 1968 y luego repitió en nueve campeonatos más, además de ganar la Copa Libertadores, la Interamericana, la Sudamericana, la Supercopa, la Recopa Sudamericana y la Copa Intercontinental. Todo.
Lo cierto es que ochenta años son muchísimos, recordando que en el período entre 1912 y 1930, Vélez tampoco sufrió descenso alguno, sino que llegó a la A en 1919 y salvo esos tres años fatídicos, ni antes ni después retrocedió. Muy por el contrario.
Si Boca no bajó nunca y Vélez cumple 80 años consecutivos en Primera División, vale la pena recordar que Newell’s Old Boys es el tercer equipo con más años seguidos en la A, ya que en 2024 suma 60 temporadas consecutivas. Como Vélez, el rojinegro rosarino descendió a fines de 1960 y estuvo tres años en la vieja Primera B. Había ganado el torneo de 1961, pero la AFA le descontó diez puntos por la incentivación (probada) a jugadores de Excursionistas, que eran los rivales del escolta Quilmes, finalmente ascendido gracias al descuento de puntos. En plena pelea judicial con la AFA, se resolvió devolverle la categoría antes del inicio del torneo de 1964 y así se hizo. Newell’s no ganó el ascenso en la cancha sino en los escritorios de AFA, por un acuerdo que contempló, como contraparte la anulación del proceso legal. Para colmo, Newell’s hizo una campaña desastrosa en aquel 1964 (apenas ganó un partido de 30) y debía bajar de nuevo, pero se suspendieron los descensos como se había hecho en 1963 y se repitió también en 1965 y 1966.
Detrás de un Boca sin descenso alguno, los 80 años de Vélez y los 60 de Newell’s, se ubica San Lorenzo, que jugó en la Primera B de 1982 tras perder la categoría en Caballito, cuando Argentinos Juniors -en el año del Boca campeón con Maradona- lo derrotó por 1-0 y lo condenó a la B. Regresó a Primera y cumple esta temporada su año 41 consecutivo. Lo sigue Racing, que se fue en 1983 y tuvo el suplicio de mantenerse dos años en aquella Primera B, hasta regresar para la campaña de 1986/87. Entonces, Racing está cuarto en años seguidos en la A, que suman 39 años desde su retorno, cuando derrotó a Atlanta en el Monumental a fines de 1985.