La primera Copa Argentina se disputó en 1969 y la ganó Boca, que en las finales superó a Atlanta. La segunda se jugó durante 1970, con el detalle de que un equipo del interior pudo llegar a las semifinales. Se trató de All Boys de Santa Rosa (La Pampa) que debió enfrentarse contra San Lorenzo y consiguió empatarle en un gol en condición de local (igualó Rodolfo Fischer para el Ciclón cuando faltaban 7 minutos) y en la revancha pudo disputar el tiempo suplementario tras la igualada en un tanto. A cinco minutos de los tiros penales, el propio Lobo Fischer estampó el 2-1 y dos minutos después Rubén Ayala clavó el 3-1 definitivo, en la cancha de Atlanta.
Para enfrentarse ante San Lorenzo se clasificó Vélez, que se sacó de encima al Racing Club, al que batió en los dos partidos, primero por 3-2 (goles de Alberto Ríos, Palavecino y Miguel Benito, descontó dos veces Rubén Panadero Díaz) y repitió el resultado aunque de manera distinta: Racing ganó 2-1 en los 90 minutos (goles de Rocchia y Lamelza, previo empate parcial de Bentrón) y fueron al suplementario. Ahí el cuadro velezano hizo dos goles, primero el tucumano Mecca y luego Oruezábal.
La primera final se jugó el 3 de marzo de 1971 en Atlanta. A los 6 minutos de juego, San Lorenzo ganaba 2-0, gracias a un anticipo formidable de Rubén Ayala a los 30 segundos y una contra perfecta que concretó Pedro González. Vélez hizo lo mismo, pero en el comienzo del segundo tiempo: descontó el Fantasma Benito y Adolfo Mecca clavó el empate. Un par de atajadas de Luis Kadijevich y dos rechazos del tucumano Caballero en el otro arco evitaron que uno fuera el ganador.
La revancha estaba pautada para unos días después, pero por diferentes razones nunca se pusieron de acuerdo. El 7 de marzo se inició el torneo Metropolitano, hubo fecha nuevamente el 10 de marzo y las cosas se complicaron. Ante la falta de acuerdo entre los clubes, la AFA declaró desierto el título de la Copa Argentina y el torneo dejó de jugarse hasta la segunda década del Siglo XXI.
Con la locura por quedarse con una nueva copa, no faltaron allegados a Vélez y al Ciclón que presionaron a sus dirigencias para que reclamaran en AFA jugar la final inconclusa de 1971… 48 o 49 años después. Por suerte, hubo un poco de cordura y se negó de plano el absurdo intento. Hoy, afortunadamente, la Copa Argentina se mantiene viva y ha ganado en prestigio y expectativa porque todos los clubes que participan -que debería ser muchos más pero por cuestiones económicas no se permite- luchan por clasificarse y seguir hasta donde puedan. Grandes o chicos.