Cuando se está terminando el tiempo de las renovaciones de contratos, todavía las dudas sobre la posible vuelta del fútbol profesional se mantienen, pandemia mediante. Primero serían los entrenamientos en agosto, que luego pasaron a septiembre. Ahora la incertidumbre es la dueña y señora de esta realidad que nos toca vivir.
En medio de las indecisiones entendibles por la situación, se vencieron casi todos los contratos, el dinero no abunda y las prórrogas o las incorporaciones tienen un límite fuerte en el escaso metálico que hoy existe para pagar cifras altas que sonarán más exageradas todavía cuando los problemas económicos contenidos a duras penas por las instituciones se vean bien al trasluz.
La renovación de Lisandro López, Iván Pillud y Darío Cvitanich en Racing agranda la esperanza de sus hinchas, lo mismo que la continuidad casi segura de Carlos Tevez en Boca, en medio de una pelea económica y política, con injerencia de excompañeros devenidos en dirigentes y hasta de Carlos Bianchi con su opinión.
Independiente nada en problemas económicos y San Lorenzo intenta rehacerse. River sufre porque Marcelo Gallardo está en el radar de varios clubes europeos (Valencia picó en punta) y el alejamiento de Ignacio Scocco ya no tiene vuelta atrás, porque el goleador regresará al club donde se inició y donde quiere estar en el futuro, Newell’s Old Boys.
Cristian Kily González sueña con iniciar los trabajos junto al plantel de Rosario Central, Huracán también navega los problemas de dinero y busca rearmar su plantel, disminuido por la baja de varios futbolistas que no eran del gusto del entrenador Israel Damonte. En Vélez se bajó un cambio, Mauricio Pelegrino le dará otra impronta a Vélez, el club que conoce desde sus inicios y el ciclo Heinze será un grato recuerdo.
Un capítulo indefinido será el tándem Gimnasia-Maradona y al vasco Juan Manuel Azconzábal lo esperan en Unión para firmar el reemplazo de Leo Madelón, que hizo mucho con un plantel que se fue achicando paulatinamente. Las incógnitas de Colón las resolverá Eduardo Domínguez con los dirigentes y Alfredo Berti iniciará su trabajo con los santiagueños de Central Córdoba. Demasiadas incógnitas, muchos cambios de jugadores, una renovación que es probable disminuya el promedio de edad de los planteles, apelando como se supone harán varios clubes a los juveniles y a aquellos chicos que prometen sin haber jugado un minuto en primera.
Por ende, tendremos un fútbol necesitado de goles, de buenas jugadas, pero para hacerlo harán falta cracks, jugadores que entiendan a qué juegan, ambiciones ofensivas, tácticas un poco más arriesgadas que cuando se pelea por no descender. Ese debería ser el combustible para que cuando vuelva el fútbol, más temprano que tarde, podamos disfrutar un torneo que se hace esperar y es entendido por la mayoría. Ojalá sea lo más pronto posible.