La organización desorganizada que ha sido casi siempre el fútbol argentino ha permitido este tipo de situaciones. Hubo promociones, desempates, minitorneos, cuadrangulares de la muerte, repechajes, liguillas, liguillas que clasificaban para liguillas futuras, octogonales, hexagonales, triangulares. De todo.
Vale la pena resaltar que en varios casos, equipos del ascenso o del interior del país han intervenido en esos torneos cortos, que no tomaron la envergadura de campeonatos, pero alcanzaron para calificarlos como que han pasado por la Primera División, aunque luego no hayan podido establecerse en ella.
Todo este berenjenal de certámenes muy cortos se ha disputado durante el ciclo profesional, por lo que momentáneamente prescindiremos del amateurismo: Defensores de Belgrano (que jugó 14 años en la A antes de 1931) participó del torneo de Reclasificación de 1967 y jugó solamente 18 partidos, porque no pudo ascender. Lo mismo sucedió con Almirante Brown, que intervino en el cuadrangular de ascenso-descenso en 1970 y solamente disputó tres encuentros, ante Quilmes, Colón y Ferro Carril Oeste.
Ocurrió igual con clubes del interior del país que disputaron la Liguilla PreLibertadores de 1986: es el caso de Güemes de Santiago del Estero (eliminado por Ferro Carril Oeste), Alianza Cutral Có de Neuquén (superado por Boca) y de Concepción Fútbol Club a quien venció Vélez Sársfield. A Concepción no hay que confundirlo con Atlético Concepción de la Banda del Río Salí, que participó en un par de torneos nacionales.
Durante los años 80, el torneo Nacional se fue dividiendo cada vez en más zonas. En 1983, participaron y jugaron apenas 6 veces los equipos de Atlético Santa Rosa (La Pampa) y Andino (La Rioja capital). En 1984 fue el turno de Ferro (General Pico), Unión General Pinedo (Chaco) y Atlético Uruguay (Concepción del Uruguay). En 1985 aparecieron y se desvanecieron Argentino de Firmat (Santa Fe), Ramón Santamarina (Tandil) y Huracán Las Heras (Mendoza). En el caso de los mendocinos y de los tandilenses fueron fueron tres partidos más y el cuadro de Firmat disputó un encuentro adicional a los seis iniciales.
Tuvieron su momento, sus 15 segundos de fama, como suele decirse, pero dejaron escritos sus nombres en la Primera A del fútbol argentino. Valió la pena. Entre los cuadros del interior del país vale aclarar que los únicos de todos ellos que ha jugado la Primera B Nacional son Santamarina, el equipo negro y amarillo de Tandil, provincia de Buenos Aires que lucha por permanecer y el pampeano Ferro de General Pico, que participó en el inicio de la categoría.