No fue muy extenso, pero el paso de Francisco Maturana -quizá el entrenador colombiano más emblemático de la historia futbolera de ese país- dejó una marca en Colón de Santa Fe y en Gimnasia y Esgrima La Plata.
Maturana condujo a varios clubes colombianos y la selección cafetera, incluyendo la Copa del Mundo de 1990. Eso le permitió dirigir en Europa (Valladolid y Atlético de Madrid), volver a su país, conducir a Costa Rica y al Perú, otros dos pasos por la Selección Colombia, pasar por Al Hilal de Arabia Saudita y llegar a Santa Fe para conducir al Sabalero.
Debutó el 13 de febrero de 2004 y dirigió todo el Torneo Clausura de ese año, con una discreta campaña que dejó a Colón en el undécimo puesto final, con siete victorias, cuatro empates y ocho derrotas. En aquel equipo jugaban sus compatriotas Gerardo Bedoya (campeón con Racing) y Giovanni Hernández, además del goleador Esteban Fuertes, el mediocampista Iván Moreno y Fabianesi y el arquero Tombolini. Para el Apertura 2004 lo sustituyó Alfio Basile, que mejoró en cuatro posiciones la campaña de Colón.
Tres años después fue contratado por Gimnasia, durante el torneo Clausura 2007, en sustitución de Ricardo Kuzemka y tras el alejamiento de Pedro Troglio. Inició su campaña allí perdiendo nada menos que el Clásico Platense con Estudiantes por 2-1 en el estadio Ciudad de La Plata, mal llamado Único. Fueron diez partidos de aquel Clausura con una sola victoria (1-0 ante Newell’s en Rosario), tres empates y seis derrotas.
Inició el Apertura 2007 pero apenas pudo mantenerse tres fechas en el cargo. Dos caídas como local (Tigre y Argentinos Juniors ambas en el Estadio Ciudad de La Plata) y un empate afuera ante Rosario Central, le quitaron el poco crédito que le quedaba. En total, su pasó por Gimnasia dejó 13 partidos oficiales, con un único triunfo, cuatro empates y nueve derrotas. En aquel momento lo reemplazó Julio Falcioni. El capacitado Maturana no pudo hacer pie en el exigente fútbol argentino.