La AFA nunca ahorró imaginación para armar y desarmar campeonatos, establecer varios descensos y luego anularlos, poner y sacar el promedio, dividir torneos en zonas, inventar liguillas, reválidas, promociones, desempates por segundos puestos, triangulares o cuadrangulares, definiciones por tiempo suplementario o por penales o las dos cosas juntas, todo sirvió para que cuando recorremos la historia de nuestro fútbol capitalino, el resumen sea un cambalache.
En 1969 y en 1970 se dispuso que se jugaran dos cuadrangulares, entre el final del Metropolitano y el inicio del Nacional, los dos certámenes que se jugaban por esos años. Cada mini torneo lo disputarían los equipos ubicados a continuación de quienes se ganaron el derecho a disputar el Nacional, el único campeonato que otorgaba ingresos a la Copa Libertadores.
Para 1969, quedaron ubicados en la séptima y octava posición Gimnasia y Rosario Central por la zona A, Newell’s y Unión por la zona B. El ganador del cuadrangular pasaría a jugar el Nacional, mientras que los otros tres tendrían que luchar por mantener la categoría en el nuevo Reclasificación, que ya no contaba con la participación de los mejores cuadros de Primera B, sino que daba un descenso directo y luego el penúltimo y el antepenúltimo jugarían otro mini torneo con los dos mejores de la segunda división. Pera esa es otra historia.
En semifinales, Unión sorprendió aplastando a Gimnasia por 3-0, con goles de Ciro Ocampo, Néstor Scotta y Eduardo Anzarda, el 1° de julio en Racing, mientras que al día siguiente Newell’s venció en el clásico a Rosario Central por 1-0, con tanto que conquistó Roque Avallay. Mientras la gente del Lobo y del Canalla marchaba rumbo al Reclasificación, Unión y Newell’s se vieron las caras en el Gasómetro, la noche del 5 de julio. El partido fue increíble: a los 18m del segundo tiempo, los rosarinos vencían 3-0, con dos goles del defensor Daniel Musante y otro del brasileño Heraldo Bezerra. Partido liquidado. ¿Liquidado?
Descontó Horacio Morales, anotó Anzarda y sobre la hora el defensor Luis Pulcini igualó el resultado. Buena parte de los hinchas de Unión se habían ido del estadio, apurados porque Carlos Monzón estaba por enfrentar al norteamericano Harold Richardson en el Luna Park y no se lo querían perder. El futuro campeón mundial de los pesos medianos noqueó a su rival cuando se desarrollaba la tercera vuelta de la pelea y varios llegaron a tiempo para verlo. Sin embargo, aquellos tatengues que eligieron quedarse en el estadio entusiasmados por la remontada, llegaron a la locura cuando Ciro Ocampo convirtió el cuarto gol con un cabezazo que descolocó al inexperto arquero Nicolás Di Lallo. Iban 4 minutos del tiempo suplementario.
Newell’s atacó y no pudo llegar al empate. Unión ganó un partido de novela y se clasificó para jugar el torneo Nacional de 1969. La hazaña menos pensada.
Al año siguiente y como no podía ser de otra manera, la AFA modificó la reglamentación del cuadrangular que clasificaba no a uno, sino que ahora eran dos los equipos que pasarían al torneo Nacional y los dos últimos irían al Reclasificación. Los que ocuparon los puestos del decimotercero al decimosexto en el Metropolitano (no se jugó más en zonas sino todos contra todos) fueron Chacarita, Huracán, Estudiantes y Quilmes. Y fueron tres jornadas, en cancha neutral. Otra modificación más.
En la primera fecha, Quilmes venció 1-0 a Huracán con gol de Miguel Cotton y hubo empate 1-1 entre Estudiantes (Eduardo Flores) y Chacarita (Orife). En la segunda jornada, Estudiantes le ganó 2-1 a Huracán (goles de Manera y el Bocha Flores, había igualado antes Giribet) y hubo empate sin goles entre Chacarita y Quilmes, en Atlanta. La figura del partido fue el joven arquero cervecero, Ubaldo Fillol.
En la última jornada y con Huracán ya condenado al reclasificatorio, Estudiantes y Quilmes se repartieron los puntos como se suponía. Fue 1-1, con goles de Carlos Della Savia y de Eduardo Manera. En la cancha de Vélez, Chacarita le ganó sobre la hora a Huracán con un tremendo derechazo de Juan Carlos Puntorero que se metió en el ángulo alto del arquero Raúl Navarro y le dio la clasificación al cuadro de San Martín, porque superó a Quilmes por tener un gol más a favor. Así, Estudiantes y Chacarita pasaron a jugar el Nacional, Huracán y Quilmes el reclasificatorio. Los cerveceros tendrían luego conflictos de su plantel con la dirigencia por atrasos en los pagos y terminarían descendiendo a la Primera B.