Está claro que la fecha de los clásicos acapara una atención distinta en la gente, porque las rivalidades históricas llevan -en la gran mayoría de los casos- más de un siglo de existencia. Recién para el torneo Nacional de 1970 se determinó que existiesen dos fechas completas de partidos clásicos, ya que aquel campeonato se jugó en dos ruedas, partido y revancha. Aquella vez, los únicos clásicos reales fueron River-Boca, Independiente-Racing, Atlanta-Chacarita, Estudiantes-Gimnasia La Plata, Rosario Central-Newell’s y por aproximación, Gimnasia de Mendoza con San Martín de San Juan. Ocurre que Huracán y Lanús estaban peleando para mantener la categoría en la Reclasificación, lo mismo que Unión y Colón, que disputaron su rivalidad en esa condición. Hace 53 años, los “No Clásicos” fueron Platense-Banfield, Vélez con San Lorenzo y Talleres de Córdoba con Kimberley de Mar del Plata, además del Gimnasia jujeño con San Martín de Tucumán.
Hoy, la historia es diferente. Se jugarán los grandes clásicos y algunas rivalidades fuertes. Sin embargo, también hay espacio para algunos emparejamientos que no generan demasiada adrenalina porque, sencillamente, el rival de turno no es el verdadero enemigo deportivo. Así ocurre con Tigre-Vélez, o con Godoy Cruz-Instituto, Barracas Central-Sarmiento incluso entre Arsenal-Defensa y Justicia.
Contaremos pequeñas perlas de estos partidos que al hincha común no le generan la pasión de una rivalidad importante. Siempre hay algo que explicar y dar a conocer. Por ejemplo, que el choque entre Arsenal y Defensa arrancó en la Primera C de 1985, cuando se midieron y no se conocían. El cuadro de Florencio Varela se consagró campeón ese año y el Arse finalizó cuarto. En Sarandí empataron 1-1 y en casa del Halcón ganó el local por la mínima gracias a un penal que convirtió el zaguero Horacio Milozzi, figura de aquel Quilmes campeón de 1978. Muchos partidos en la B Nacional y finalmente los choques en Primera. Hasta aquí, suman 28 partidos con 10 victorias para cada uno y 8 empates. Lo increíble es que ambos han ganado la misma copa internacional: Arsenal levantó la Sudamericana en 2007 venciendo al América de México y Defensa la obtuvo en 2020 tras aplastar a Lanús en la final que se jugó en el Mario Kempes cordobés. Arsenal ganó la Copa Suruga Bank al vencer al Gamba Osaka japonés en 2009 y Defensa se quedó con la Recopa Sudamericana cuando se impuso por penales al poderoso Palmeiras brasileño en propia tierra rival, en 2021.
En cambio, la historia del “No Clásico” entre Tigre y Vélez se inicia en 1919, cuando el Fortín llegó a la primera categoría. Ese año hubo paliza velezana: fue 5-0 en el primitivo campo de juego que Vélez tuvo en el cruce de las calles Escalada y Tapalqué. Al año siguiente, Vélez produjo su mejor registro como visitante en la llamada “cancha del lechero ahogado” que tenía Tigre junto al río Las Conchas (hoy llamado Reconquista) y que nunca fue confirmada aquella caída del lechero con su carro al agua. Esa tarde, el 11 de julio de 1920, Vélez produjo un triunfo enorme, al imponerse allí por 6-0, con cuatro goles de Blas Saruppo, uno de Ángel Sobrino y otro de Salvador Carreras.
El goleador Saruppo y el recordado Florencio Caffaratti, son los dos únicos jugadores que hicieron cuatro goles en un mismo partido, ambos para Vélez, uno en 1920 y el otro en 1938 construyendo un 6-2 para el Fortín. Desde allí hasta hoy, la ventaja del Fortín es amplia: ganó 46 partidos contra 26 de Tigre y se produjeron 17 empates. Siendo local el Matador de Victoria, Vélez también se impone, pero por dos partidos (20 a 18) con 7 igualdades. Tigre ganó los últimos dos choques, 2-0 el año pasado y 2-1 esta temporada. Vèlez lleva seis años sin vencerlo como visitante.
El choque entre Godoy Cruz e Instituto reconoce pocos antecedentes: jugaron apenas 20 veces, con ocho triunfos para cada uno y cuatro empates. Las localías son exactamente iguales. Seis victorias del anfitrión, dos empates y dos victorias visitantes. En Mendoza, donde se medirán, el Tomba consiguió la mayor goleada de su participación en AFA, ganándole 7-1 a Instituto, el 15 de abril de 1995. El festival lo armaron los mendocinos con Daniel Oldrá, su actual entrenador, como figura con dos goles conseguidos. Instituto se impuso en el segundo partido que jugaron allí por la temporada 95/96 de la B Nacional (1-0, gol de Diego Klimowicz) y repitió en 2003 por 3-2, también por la mayor categoría del ascenso.
Barracas Central y Sarmiento jugaron por primera vez en la C en 1977 y ganó el cuadro de Junín. Fue paliza: el verde se impuso 9-0 en su cancha, con cuatro goles de Hugo Basso. En la revancha, que se hizo en Barracas, también venció 2-0. Fueron cuatro los partidos por la Primera C, otros cuatro por la B Metopolitana y dos por Primera. El año pasado igualaron 1-1 en Olavarría y Luna (goles de Iván Tapia y de Javier Toledo), ganando Barracas en Junín este año por 5-3, con triplete de Sepúlveda y otro triplete de Gondou. La suma final, con la inclusión del partido por Copa de Liga de 2022 con victoria barraqueña por 2-1, señala 11 partidos, con ventaja 6-4 de Sarmiento y un único empate. De Clásico, nada de nada.
Yendo a los clásicos reales, los datos son por demás conocidos. La paternidad de Boca sobre River en los torneos locales es de cinco partidos, 80 a 75, tomando en cuenta los 225 encuentros, que se dividen en 214 por campeonatos y 11 por copas nacionales. Siendo local, el Xeneize supera al Millonario por 48 a 27, con 30 empates. River lleva cinco años sin ganarle de visitante a Boca, la última vez fue en 2018 por 2-0, goles de Gonzalo Martínez y de Ignacio Scocco.
Independiente sigue claramente por encima de Racing en su Clásico de Avellaneda. El total registra 232 partidos, 16 por Copas nacionales. El Rojo se impone 89 a 69, con 74 empates. Siendo local la Academia como lo será ahora, la ventaja es para el visitante, que ganó 41 veces en esa condición contra 37 éxitos racinguistas y 31 empates. El Rey de Copas solo es superado por River, que se impuso 43 veces en terreno racinguista.
San Lorenzo recibirá a Huracán, en “el clásico barrial más grande del mundo” según dicen los especialistas en exageraciones. El Ciclón lidera ampliamente el choque, al vencer al entonado Globo por 87 a 47, con 52 paridades. Como local, los azulgranas se imponen por 46 victorias contra 18, con 22 empates. Eso sí: Huracán ganó una sola vez en el Nuevo Gasómetro, fue en 2001, un domingo a la mañana, cuando venció gracias a Emanuel Villa, por 1-0. O sea que lleva 22 años sin vencer de visitante a San Lorenzo.
Ventaja clara lleva Rosario Central en la ciudad del Monumento a la Bandera y es Estudiantes el dueño de La Plata. Los Canallas aventajan por diez triunfos a los Leprosos. La suma muestra 61-51 para Central, con 80 empates, la mayor cantidad de paridades en un clásico. Newell’s ganó el año pasado con gol de Juan Manuel García, el último antecedente fresco. En cambio, Estudiantes es el capo platense, ya que vence 65-51 al Lobo, con 67 partidos empatados. Gimnasia lleva 20 años sin ganar en terreno pincha, la última vez fue en 2003 por 4-2, con doblete del Topo Sanguinetti, Enría y el Pampa Sosa.
En Santa Fe viene todo muy parejo, porque sumando el amateurismo de la liga local, la vieja Primera B, los partidos de AFA en Primera y recordando la ausencia de los primeros choques en la segunda década del Siglo XX, Unión viene arriba por 45-42 con 46 igualdades, con el detalle de que Colón hace once años que no derrota al Tate como local: la última fue en 2012, un 2-0 con anotaciones de Mugni y Gigliotti. La fuerte rivalidad entre Platense y Argentinos Juniors arrancó en noviembre de 1980, cuando jugó su último partido Diego Maradona y el Bicho ganó 2-1 en Paternal, dejando afuera a los Calamares de la rueda final. Hasta hoy se mantiene entre los hinchas, más allá de los 22 años que padeció Platense en el ascenso para volver hace tres temporadas a la A. Sumando todo, el Marrón lidera con una ventaja de ocho partidos ganados (30 a 22) con 33 igualdades. En Vicente López, igualaron las dos veces que jugaron en 2021 y 2022. Platense ganó ahí en 1998 por 1-0 (gol de Pablo Erbín) y el Bicho lo hizo el año anterior por 3-1 (Hugo González, Saavedra y Vespa). Nunca se midieron en otra categoría que no fuera la Primera División.
El clásico cordobés por excelencia es Talleres y Belgrano: lo increíble es que ya en el primer partido oficial empezó la rivalidad. Ocurrió el 17 de mayo de 1914 y apenas iban cuatro minutos de juego cuando Belgrano hizo el gol (José Lascano el autor) y Talleres -que entonces se llamaba Central Córdoba- se retiró de la cancha porque el juez Nicolás Fortunato no había visto una infracción previa. Así arrancó. En los torneos de AFA y copas nacionales, Talleres se impone 12-10 con 19 empates sobre 41 partidos. Sumando la liga cordobesa, la ventaja se amplía a 90-68, con 75 empates. El regreso de Belgrano a Primera ha potenciado este choque, que tuvo su primera experiencia desde 2018 en el empate 1-1 jugado en el Kempes.
Banfield y Lanús jugarán un clásico de zonas cercanas, aunque se lo llame “el Clásico del Sur” pomposamente. Encima, tomando en cuenta que la rivalidad arrancó hace cuatro décadas, ya que antes eran hinchadas amigas, en los duelos que tenían con vecinos como Los Andes, Temperley y Talleres de Remedios de Escalada. El Taladro va adelante en la suma de triunfos, con una ventaja de diez juegos (50 a 40) y 36 empates. Banfield ganó los cuatro partidos por copas nacionales que jugaron, el último el año pasado por 1-0 en La Fortaleza, con gol de Luciano Lollo. De local, los de Falcioni se imponen 27 a 15, con 19 pardas. Lanús logró achicar la brecha como visitante, al ganarle seis de los últimos diez partidos al Taladro en su propia casa. La última vez fue el año pasado, con goles de Cabral y de Orozco.
Tucumanos contra santiagueños. En este caso, Atlético Tucumán recibirá a Central Córdoba, en una rivalidad provincial con mucha historia. Torneos regionales, la clasificación para los viejos Nacionales, la pelea por llegar a la B Nacional desde 1986, los choques allí mismo y la lucha por sostenerse. El 29 de julio pasado, jugaron en el Madre de Ciudades ante una multitud, incluyendo varios miles de tucumanos. Hubo incidentes, el partido estuvo sin jugarse durante media hora y lo terminó ganando Atlético por 2-0, con tantos de Kociubinski y de Menéndez. El historial registra 16 partidos (12 en PN y 4 en la A) con ventaja 6-4 para los tucumanos, además de cuatro empates. El Ferroviario nunca ganó en San Miguel de Tucumán y los albicelestes lo hicieron tres veces en la capital santiagueña. Se verá.