Nacido en la Boca, pero con la camiseta de Alumni. Fundado el 1° de septiembre de 1907, el club Boca Alumni tuvo menos de treinta años de existencia, pero formó parte durante cinco temporadas de la primera división del fútbol en los años veinte.
Creado por un grupo de muchachos que querían reivindicar el barrio y admiraban al poderoso equipo de los hermanos Brown, Boca Alumni recibió ambos nombres. Juntó amores y empezó a participar afiliándose en 1911 con su ropa albirroja a rayas verticales jugando en la cuarta categoría. Subió a tercera en 1912 midiéndose con equipos como Merton, Cámara Mercantil de Lanús, Bernal, Sportivo Francés o Arte y Sport. Nombres que desempolvamos en modo de recuerdo simpático para aquel fútbol tan lejano en el tiempo.
Ya estaba en segunda división con cancha alquilada para 1919. Su primer hogar lo tuvo en Villa Domínico, luego un terreno en la Boca (en Pedro de Mendoza y Garibaldi) y desde 1921 un solar en la Isla Maciel, muy cerca de donde tiempo después erigió San Telmo su campo de juego.
El equipo no desentonaba con las ilusiones de sus escasos hinchas y para 1921 consiguió algo impensado: ascendió a la primera de la Asociación Argentina de Football, uno de los dos organismos de aquella división entre clubes que duró siete años. Junto con ellos, también subieron Argentinos Juniors, Sportivo Dock Sud, San Fernando, Alvear y Progresista de Gerli.
El debut en la A llegó el 23 de abril ganándole al Platense Segundo (escisión del club Calamar) por 2-0, con goles de Inocencio Romero y Rafael Calvo. Aquel Platense también duraría poco tiempo y hacía de local en la cancha de Urquiza. En la segunda fecha nuevo éxito ante Sportivo del Norte por 1-0. El rival, poco tiempo después pasaría a llamarse Colegiales, tal cual lo conocemos hoy.
El 19 de noviembre de 1922, Boca Alumni lograría el pico máximo de su historia: le ganó 2-1 a Boca Juniors como visitante, con tantos de Alberto de la Riva y de Natalio Denda. El gran Domingo Tarasconi descontó pero no le alcanzó a Boca. Ese año el campeón fue Huracán y Boca Alumni finalizó en la séptima posición delante de Estudiantes de La Plata y de Sportivo Barracas, dos cuadros fuertes de la Asociación.
Los otros cuatro años en la A no fueron muy lucidos. Penúltimo en 1923, noveno entre 22 clubes en 1924 con un meritorio empate sin goles ante Huracán, en 1925 una campaña muy parecida y su última temporada, donde se notaba la ausencia de buenos futbolistas y el escaso apoyo de la barriada boquense.
En 1926 jugó por última vez en Primera y encima, las dos asociaciones se fusionaron y no tuvo lugar en la nueva máxima categoría. Se despidió el 28 de noviembre empatando sin goles con San Fernando y su última formación quedó en el recuerdo: Pittorino, Siciliani y Giúdice; Taramasso, Palazzi y Francisco Larrosa; Benjamín Pardal, Antonio Fernández, Clemente Soro (goleador), Risso y Severino Álvarez.
Ya dentro del nuevo organismo, participó de la segunda categoría. Quedó último entre 18 cuadros, decorando su mala campaña con dos victorias, ante Alvear (1-0) y Colegiales (4-2). Mejoró para 1928 -décimo lugar entre 19 participantes- con varios éxitos llamativos: 3-0 a Nueva Chicago, 2-1 a Sportivo Dock Sud como visitante y empate con el campeón Colegiales.
Jugó tres torneos más en mitad de tabla, pero su última participación ocurrió en 1931, dando lugar a la segunda división amateur. Allí quedó segundo detrás de Liberal Argentino (campeón) y compartiendo la posición con All Boys, a quien superó 1-0 en Floresta. Para ese entonces, jugaba donde podía y se había despedido de su canchita en la Isla Maciel. Dejó de intervenir en 1932 y se desafilió oficialmente en 1934. Cuando se formalizó la Asociación del Fútbol Argentino como la conocemos hoy, ya no había rastros de aquel equipo que nació en el corazón xeneize y que tenía amor al legendario Alumni.