Atlanta sacó pecho y ganó en la cancha de Chacarita por 1-0, pese a jugar parte del partido en inferioridad numérica. Así ambos arrancaron de maneras opuestas el prolongado torneo de la Primera Nacional. Claro: no fue una victoria cualquiera.
Es que el Clásico de Villa Crespo sigue teniendo vigencia entre los hinchas, los dirigentes, los planteles y también el periodismo deportivo. Pareciera que no ha cambiado mucho en ese plano desde que Chacarita abandonó forzosamente su cancha vecina del campo de Atlanta y se mudó a San Martín hace 75 años. El 9 de julio de 1945 Chaca inauguró su estadio y capturó a una importante cantidad de público en su nuevo hogar.
La rivalidad se mantuvo, entre la Primera A -hasta 1984 jugaron allí- para descender luego a la Primera B Nacional y también a la B Metropolitana. La suma de enfrentamientos -varios con incidentes entre los hinchas y también a veces entre los futbolistas- llega a 130 partidos oficiales. La superioridad de Chaca es notoria, pese a la reciente victoria Bohemia en terreno ajeno.
Chacarita le lleva 18 partidos de ventaja a Atlanta (54-36) con 40 empates. Siendo local, el cuadro Funebrero obtuvo 32 triunfos y los Bohemios ganaron 11 veces como visitantes, la última de ellas en 2014 con un autogol del mediocampista Nizzo y uno del volante Sardella. Justamente, hacía 7 años que no se enfrentaban.
Suman 95 de los 130 los partidos que jugaron militando en Primera División A, el 73% de los choques, lo que acredita a este clásico (ya sin Villa Crespo como nombre) como otro de los desafíos barriales de hace tiempo, reconvertido en una rivalidad que se mantiene vigente.