La honestidad costó cara

Hacía mucho calor aquella tarde del 6 de diciembre de 1931. En la cancha de Platense, en Manuela Pedraza y Crámer, jugaba el Calamar y Chacarita por el torneo de Primera, en el primer año del profesionalismo. El resultado no conseguía abrirse y promediaba el segundo tiempo, cuando Marcos Díaz, el buen delantero santiagueño de…